lunes, 12 de noviembre de 2007

Ojo a la virulé, ojo a la funerala, ojo morado...



Jamás llegó a pensar, mi padre, que el pádel era un deporte de alto riesgo como el paracaidismo, , boxeo, rugby, karate o el no pagar una deuda a un traficante.
Pero hete tú aquí que sí. Es más peligroso que hablarle bien a Chavez de Aznar.
Y a la vista (ji, ji) está.
Papá, jamás debiste cruzar la delgada línea roja que separa el tenis del pádel.
Un beso y que te mejores. Esto es culpa de los dioses que han escuchado las plegarias de Juli Signes para que la venganza no se demorara.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero porque no dices nada del resultado de l apartida???
fdo:Abductorm man

Anónimo dijo...

Y a quién le importa el resultado???
La gente pregunta:
-"Oye, cómo te has hecho eso?"
Y yo respondo:
-"Jugando a pádel".
Pero la gente no se explica que con 250 c.c. menos de sangre pudiera seguir. Y más aún, ganar el último mini-set 3 a 1, pese al mal momento de juego que atraviesa tu jefe Juli.

El centro de transfusiones de la Generalitat, con una donación de sangre así, te da un bocata, Coca Cola y te tumbas un rato.

A las 10.15 el único que quería continuar era yo.

Por cierto, qué haces escribiendo en el blog de mi hijo a las 11,11 en horario escolar??

Ay, Abductor Man, te van a expedientar...
Por cierto, como le alarguen la baja a Juan, te comunico que el domingo estás fuera de la partida, así que puedes buscar actividades alternativas como la pesca del llobarro (de tierra o de mar).

Au, cacau.

Firmado: One eyed Man


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