lunes, 3 de noviembre de 2008

Ganó Hamilton... en la última vuelta

































A falta de 850 metros, iba Massa primero y Hamilton sexto, con lo que el campeón era el brasileño. Pero allí estaba, clavado como una lapa al asfalto, Timo Glock, el piloto de Toyota. Iba con ruedas de seco y llegó a perder 19 segundos en la última vuelta con respecto a Hamilton. Eso permitió al británico adelantarle, entrar quinto y alzarse con el campeonato del mundo.

Yo fui de los que gritaron de alegría al ver a Vettel adelantar a Hamilton. Ni me di cuenta de que Hamilton había entrado quinto hasta que vi al padre de Massa pasar de la risa al llanto. ¡¡Qué chafado se quedó el pobre!!.

En fin. Lo siento Felipe. Pero tenías que haberte espabilado antes y no la última carrera. Ahora no es hora de llorar. Gana el que tiene más puntos... y punto.
Otra cosa es que en mi familia no tenemos ninguna simpatía por Hamilton.

No nos gusta su forma de comportarse fuera de la pista, ni lo pesado que es su padre, ni a Ron Dennis, ni a la prensa inglesa.


Nos gusta su novia, la de Pussycat Dolls, nos encanta el hermano, Nicolas, que se lo pasa chupi, y reconocemos que es un gran piloto. Poca más cosas nos gustan.

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