Durante septiembre, mes en el que no hay clases en el Club de Tenis Gandia, dos veces por semana he ido a clases particulares con Juli Signes, el hijo, claro, porque el padre matemáticas sí, pero tenis... pues no. Un poco al padel.
Estan siendo clases muy duras pero productivas. Hemos trabajado mucho la coordinación de piernas y aguantar peloteos largos. También liftar la bola ("rasparla") para no pegar plano. Tanto me ha funcionado que a partir de octubre, además de las clases en grupo del Club de Tenis Gandia, daré una individual con Juli el fin de semana.
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