viernes, 21 de septiembre de 2007

El ocaso de los dioses

Qué momento más duro para el que fue estandarte del Club de Tenis Gandia. Ayer, 19 horas, pista 4, asistimos un partido donde los sentimientos se enfrentaron.

Por un lado, pena por el declive físico y psíquico de Juli Signes (padre). Por otro lado, el ascenso cual ave fénix de Carmina Pérez. Es ley de vida. Hay que dejar paso a quien llega con fuerza, con ganas de dar espectáculo, sin triquiñuelas...

Carmina, desde aquí la enhorabuena y nuestro aliento para futuros triunfos.

Juli, para ti... piedad, conmiseración, compasión. Entierra la raqueta y cómprate un hierro cuatro. Quizá puedas vivir algún momento digno en el mundo del deporte en La Sella o en Oliva Nova. Ánimo. Los amigos y tus hijos van a estar ahí.

Incluso Carmina. Pese a años de estar en la sombra, sin poder desarrollar su mejor tenis. Siempre en el fondo, nunca en la red... Ella no te guarda rencor.

Algún día que falle para el dobles mixto Javier Cloquell, Ximo Borrás, Alex Morant... cuando llegue la epidemia de la gripe, quizás vuelvas a jugar un dobles, no de ránking, claro, pero tal vez con Humberto, Paco Más padre, el padre de los Adán, Tano, Espí....

Un beso.

1 comentario:

Xavi dijo...

Hola, sóc Isabel. Juli, passe el que passe, sempre podràs jugar amb mi. Em tindràs ahí per intercanviar unes boles.
A tu, Carmina, enhorabona pel puntasso que ha sigut, en dues paraules, im presionant. B7s


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