No es incompatible mi afición por el tenis con la emoción que siento al oír rugir un Fórmula 1. De todos es sabido que el más grande ha sido Ayrton Senna. Y quisiera traer a éste, mi blog, su impresionante vuelta de 1990. Con un coche mucho más difícil de conducir que los actuales. Va por ti, SENNA, maestro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario